Orígen de la espelta

El trigo Espelta fue un trigo que se cultivó junto con otros cereales a lo largo de la historia.

Orígenes antiguos
Se tienen registros históricos de que el espelta era cultivado desde la antigüedad en Oriente Medio y Europa. Es mencionada en las escrituras bíblicas, y se sabe que se la cultivaba en la civilización Griega y Romana.
El espelta fué también extensamente cultivado durante la Edad Media en regiones de Alemania, Suiza y España entre otras, debido a su resistencia a los climas rigurosos y tierras de menor fertilidad. En general, el espelta podía ser cultivado en lugares donde el trigo, mas demandante en calidad de suelo, tenía mas dificultades.

Son muchos los trabajos y estudios realizados por la monja Hildegarda Von Bingen alrededor del año 1150 donde estudió exhaustivamente las cualidades terapéuticas y nutricionales del espelta, considerándolo como superior a todos los demás cereales (centeno, avena, trigo).

Historia reciente
Como en muchos otros casos en que ciertos productos fueron elegidos en detrimento de otros por factores históricos, culturales y económicas, el trigo tomó preponderancia a partir del siglo XIX en detrimento del espelta. El espelta fue menospreciado en parte por darse en suelos mas pobres y por tanto destinado a poblaciones mas pobres. Se formó el concepto de que el trigo era un producto destinado a una elite y generó una elección pública por este cereal. Similares elecciones se dieron con la harina blanca en desfavor de la harina integral, el azúcar blanco y muchos otros productos.

Estas elecciones, lejos de ser elecciones de sentido común, han formado el menú moderno.

Asimismo, el espelta, al tener una cáscara mas dificil de quitar, requiere mas procesos y costos en comparación al trigo. Sumado a su menor rendimiento, según la óptica puramente comercial no era interesante como cereal comercial de base (commodity).

El abandono
Estos factores han llevado al abandono progresivo del cultivo del espelta, en especial después de la segunda guerra mundial.
El avance tecnológico del trigo en cuanto a productividad y su facilidad de procesamiento lo ha hecho preponderar a nivel comercial llevandolo a ser uno de los principales commodities y ha llevado al olvido a otros cereales, entre ellos el espelta. En Estados Unidos, se cultivaban 200000 hectareas en 1900 y solo 5000 en 1990.
Es un efecto del sistema moderno de intercambios que se centra en pocos cultivos que se vayan perdiendo poco a poco las variedades y biodiversidad. Este proceso es común a todos los cultivos en general.

 

El retorno
El hecho que el trigo sea un bien de cambio preponderante no determina sus cualidades como alimento. Ciertos efectos se comienzan a observar en su consumo, como intolerancias, enefermedades autoinmunes, celiaquismo, etc. La preocupación creciente por la calidad de los productos alimenticios ha redespertado el interés por el espelta y su superioridad. Mas y mas se dan a conocer los atributos superiores del espelta sobre el trigo y un público mayor preocupado por el incipiente avance de enfermedades relacionados con el trigo opta por conocer mas sus alimentos y buscar alternativas. Asimismo, por su antiguedad, es altamente resistente a plagas y enfermedades, suelos pobres e inclemencias climaticas, lo que lo hace particularmente apto para cultivos orgánicos. Por esta razón resurge a partir de los años 80 un interés por el espelta, con sus atributos tanto alimenticios como culinarios.  

El espelta en Argentina
Se desconoce si la Argentina ha sido productor de espelta en el pasado. Pero es sabido que el espelta fue introducido en los Estados Unidos a fines del siglo XIX, y se puede presumir que también ha existido en la Argentina. Es probable que su cultivo haya desaparecido, o que tal vez alguna población o productor particular lo haya mantenido. No obstante, no existieron variedades inscriptas en los registros nacionales de semilla. Aún así su existencia es conocida por los ingenieros agrónomos quienes los estudian como parte de su programa de estudio.

Solo hasta hace pocos años algunos pocos productores innovadores informados han deseado implantarlo y existen actualmente algunas variedades oficialmente inscriptas.
Allí también comienza nuestra historia, relatada en otra area del sitio.
La Argentina tiene todo el potencial de producir este singular cereal, siendo perfectamente apto para ello.